En repetidas ocasiones, por motivos de trabajo o simplemente ocio, he bajado este año a Alicante, un destino turístico privilegiado en la costa del Levante español, aunque en verano llegue a ser demasiado agobiante, tanto por el calor como por la cantidad de turistas que recibe. La ciudad de Alicante, en sí misma, no tiene mucho que ver, y es por eso, que todas las veces que he ido, me he ido desplazando por la costa, de Norte a Sur, recorriendo sus preciosas playas; si nos quedamos en el centro, cabe destacar, como puntos de mayor interés turístico, los que siguen:
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Castillo de Santa Bárbara: Dominando toda la ciudad, está situado en lo alto del Monte Benacantil; según las épocas de construcción, se distinguen la Torreta, la zona intermedia (destaca el Patio de Armas, el Baluarte de la Reina, y la Sala de Felipe II), y la zona inferior, mucho más moderna. Si se observa detenidamente desde lejos (desde el puerto, por ejemplo), se puede distinguir la silueta de una cara morisca, símbolo de la ciudad. Se puede subir en ascensor (acceso desde la playa por un pasadizo bajo la montaña), o subir andando por la zona posterior; nosotros subimos andando, y luego bajamos en ascensor; aunque el ascenso es matador, bien merece la pena, por las vistas, y las truncadas callejuelas que rodean la montaña.
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Puerto: Al lado de la playa, y enfrente de la Plaza del Mar (con el castillo al fondo), resulta, sin duda un marco incomparable para parar a tomar algo. En algunas épocas del año, se pueden ver inmensos yates atracados en las inmediaciones.
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Ayuntamiento: Construcción barroca de finales del siglo XVIII; resultan interesantes las columnas salomónicas de su fachada, así como algunas salas interiores.
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Basílica de Santa María: Se trata de la iglesia más antigua de Alicante, y está construida sobre los restos de una antigua mezquita islámica. Tiene una humilde fachada barroca que destaca sobre el conjunto coronado por sus dos torres asimétricas.
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Catedral de San Nicolás: De estilo renacentista, resulta poco vistosa desde fuera, pero es interesante el claustro interior, del siglo XV, con enormes arcos enrejados.
Además, en los alrededores, podréis encontrar algunos monasterios y ermitas bastante bonitas, pero sin duda, la mayor atracción turística, son sus playas y algunos parques temáticos de las poblaciones de los alrededores.
Por último, citar el Museo Arqueológico, que ocasionalmente recibe exposiciones itinerantes de gran valor (sin dichas exposiciones, tampoco tiene mucho interés).