Con la mochila llena de comida y de ilusiones, salgo ya hacia el Aeropuerto de Barajas, donde me espera Alberto, para tomar un avión a Charleroi. Estado de salud = suspenso; Estado de ánimo = sobresaliente; espero que se pueda hacer la media, y el resultado final del viaje sea un aprobado con nota. Ya os contaré a la vuelta, aunque entre medias, intentaré conectarme desde Croacia, e informaros un poco de cómo nos van las cosas. Hasta pronto.