Por fin, tenemos ya el vuelo que quedaba, el de mi novia de Santiago de Compostela a Madrid, para emprender horas más tarde el precioso viaje a Pisa, Florencia y Bolonia, contando con la mejor compañía que pudiéramos tener en un viaje de este estilo: nuestros amigos Julia y Ricardo.
Mañana llegará Sandra a mi casa, por la noche, y le estará esperando una inolvidable cenita romántica, que se prolongará hasta altas horas de la madrugada, y reducirá al máximo esas horas necesarias de descanso previas al viaje, pero seguro que valdrá la pena. Luego, nos reuniremos con la otra pareja en el Aeropuerto de Barajas, para tomar un vuelo rumbo a Bolonia, donde comenzará nuestra pequeña gran aventura.
Ya os contaré a la vuelta, si hemos conseguido que todo salga según lo previsto.