Con el cuerpo medio aclimatado, debido a la nevada que ha caído en Madrid, salgo ya hacia Alicante, donde tomaré otro vuelo a Oslo Torp (cuestiones económicas); acabo de mirar la temperatura actual en dicho aeropuerto, y marca nada más y nada menos que –25 ºC, frente a los –2 ºC que hace en Barajas; no está nada mal; así que, si las condiciones meteorológicas me lo permiten, pasaré un frío finde en la capital noruega, superando la mínima temperatura a la que haya estado (-16 ºC, en el Círculo Polar Ártico). Como ya he estado en Oslo, el planning ha sido bastante sencillo de elaborar: desde Torp, bus al centro, dejamos las mochilas en el hotel, y salimos a dar una vuelta por la noche (Palacio Real iluminado, Plaza del Ayuntamiento, Fortaleza, Teatro, …), compramos algo, y a cenar al hotel; al día siguiente, pasaremos la mañana tirándonos en trineo desde el Monte Holmenkollen, donde veremos la preciosa puesta de sol sobre el Fiordo de Oslo; por la tarde acabaremos de ver lo que nos falta, y acabaremos en el Ice Bar que acaban de abrir, dónde ya hemos reservado sitio para tomar unas copas a –5 ºC (calorcito comparado con lo que hará en el exterior!!!); el Domingo, subiremos a la cascada de Mølla, iremos a la Ópera, a algún museo, y acabaremos de ver lo que nos falte, hasta que nos salga el bus a Rygge, desde dónde volaremos a Madrid directos.
Espero que todo salga según lo planeado, sin imprevistos, retrasos, u otras cosas similares, que ya vienen siendo muy frecuentes en los últimos viajes. A la vuelta, ya os contaré. Hasta pronto.