Hoy llega mi novia a Madrid, pero no se trata de una visita cualquiera, sino que pretende ser un finde cargado del romanticismo que se merece la celebración de los once añitos que llevamos juntos. Pese a que la economía no anda muy bien, y no nos podamos ir a Alicante el finde, como ella quería, yo creo que con buenas intenciones y un saco enorme cargado con ilusiones y recuerdos, podemos conseguir un perfecto fin de semana repleto de buenos momentos y sensaciones que pronto pasarán a nuestra mente como aquellos recuerdos encargados de mantener vivo el cariño que hace que día tras día, podamos pensar en celebrar otro año más juntos …
Aprovecho también esta entrada para agradecer la confianza y el apoyo de todos los que os habéis mantenido a nuestro lado durante los buenos y malos momentos acaecidos a lo largo de esta relación; una relación, por la que al principio nadie apostó, y yo creo, que aunque al final se acabaran torciendo las cosas, once años ya justifican bien justificado que algo debía de haber … ¿no? Así que, también gracias a las críticas, a la envidia, y a los egoístas comentarios de todos aquellos que no confiásteis en nosotros; gracias a vuestra desconfianza, creció nuestra confianza.
Pero sobre todo, muchas gracias a esos pocos cercanos, que habéis sabido aconsejar sin imponer, que habéis sabido colaborar, apoyar, animar, y al fin y al cabo, mimar nuestra relación. Muchas gracias, de verdad. Y como no, muchas gracias también a mi novia, por estar a mi lado, por apoyarme incluso cuando no me comprendía, por saber escucharme cuando no quería decir nada, por ayudarme cuando aparentaba no necesitar ayuda, por aparecer cuando le pedía que desapareciera, …, por todo eso, y por lo que espero seguir recibiendo en los próximos 11 años, muchas gracias, y un beso muy fuerte.