Nací hace algo más de 30 años en Santiago de Compostela, y me crié en una modesta aldea del municipio de Padrón; hasta los nueve años de edad, mi vida transcurrió como la de cualquier niño de mi edad, aunque ya se empezaban a notar esas ansias viajeras, como así lo demuestra la enorme felicidad que me envolvía cada vez que mis tíos decían de ir al norte de Portugal de compras. Después de esa edad, ciertos motivos familiares, me llevaron a vivir entre Madrid y Galicia; quizás es por eso, que el aspecto de la distancia no sea tan importante para mí, como lo puede ser para otras personas que me aseguran que les encantan viajar, pero siempre encuentran alguna excusa para no hacerlo.
Me iba haciendo mayor, y cada vez me entusiasmaban más las excursiones del Instituto, así como las pequeñas escapadas que hacía con mis amigos o con mi familia. Por otro lado, cada vez que íbamos a Galicia, me encantaba el viaje en sí, lo que iba viendo por la carretera, los diferentes pueblos y aldeas que constituían la geografía española … además, siempre era yo, el que le decía a mi padre que parásemos para descansar en lugares cada vez diferentes. Iba a Galicia cuatro o cinco veces por año, e incluso allí, proponía siempre alternativas diferentes a la rutina; me gustaba, y me sigue gustando mucho la fiesta, y la vida nocturna, pero siempre prefería salir por otra zona, conocer nuevos lugares: “¿Por qué no nos vamos a pasar el finde a Coruña? ¿Por qué no vamos a Asturias? ¿Y si salimos por Pontevedra?” siempre estaba sugiriendo yo.
Cuando empecé la Universidad, encontré varios trabajos que me llevaron a conocer casi toda España, y aunque me retrasaron considerablemente en la finalización de mis estudios, no me arrepiento de lo conocido y de lo vivido. España se me quedaba pequeña, y comenzaron los viajes al extranjero: Italia, Reino Unido, Portugal y Dinamarca fueron mis primeros destinos más allá de las fronteras nacionales. Al principio, como cualquier pardillo en su primera vez de algo, recurría a los viajes organizados por Agencia, pero pronto, la economía y las ganas de una mayor libertad para conocer más sitios, me llevaron a prepararme yo mismo mis propios viajes. Internet, llegó a mi casa, siendo de gran ayuda en esa búsqueda del viaje ideal, que comienza cuando ves por primera vez una foto, lees una historia, o escuchas algún comentario de un determinado lugar.
Por fin, acabé mis estudios (Licenciado en Geología), concluyendo también una etapa viajera en la que no dependería de fechas ni horarios, para entrar en otra etapa, en la que los viajes están marcados por la disponibilidad laboral, reduciéndose así a determinados puentes, fines de semana y vacaciones, en la que el alto coste de los billetes de avión marcarían un leve descenso en el número de viajes realizados por año. Las compañías aéreas de bajo coste, y la experiencia en la planificación, también han ayudado mucho a que haya estado en tantos lugares maravillosos. Con un total de 30 países visitados, decidí plasmar mis experiencias viajeras en el presente espacio, influenciado por otros tantos que a mí me ayudaron antes a preparar mis viajes … Igual que a mí me fue de gran utilidad la información consultada en dichos blogs y espacios, pensé que los relatos de mis aventuras por le mundo, también le podrían valer a alguien a la hora de iniciar un viaje.